El Covid-19 es la nueva realidad a la que todas las empresas deben adaptarse y lo deben hacer rápido. ¡Ten cuidado! Tu urgencia por liquidez no debe dejar de lado la gestión que debes hacer para mantener a tu negocio en el tiempo.
Después de más de un mes de paralización, ya nadie tiene dudas de que todas las actividades humanas del planeta estarán afectadas de manera permanente debido al COVID-19. Esta pandemia será controlada únicamente cuando se desarrolle una vacuna que combata eficazmente los síntomas o cuando el ser humano desarrolle inmunidad permanente.
La cuarentena que vivimos hoy sólo sirve para disminuir la velocidad de contagio y evitar la saturación del sistema de salud. Únicamente una cuarentena total de varios meses, con un cierre total de fronteras, serviría para eliminar por completo al virus, pero, aun así, este efecto duraría sólo hasta que se vuelvan a abrir las fronteras.
La apuesta al retorno a la normalidad económica se encuentra entonces en la fabricación de una vacuna y/o de un medicamento que prueben ser efectivos. De todas maneras, su producción y distribución tomaría meses o años hasta llegar al Ecuador.
Esta es la realidad. Nuestros negocios deben adaptarse y lo deben hacer rápido o morir en el intento.
Es un error pensar que después de la cuarentena simplemente se volverá a trabajar y empezar de nuevo como si todo seguiría igual a antes. No es así. Los principales economistas están concentrados en prever el impacto en la economía de la parada de producción de estas semanas, pero pocos hablan de cómo será la vida de las empresas después.
¿Qué hacer para reanudar la marcha de la economía local e internacional con un virus asintomático y de fácil contagio libre en el ambiente? Se debe aprender, lo antes posible, a convivir con el COVID19.
Es imperioso saber cómo realizar mis actividades de forma 100% segura. ¡Pero cuidado! No todo lo que necesito saber se encuentra en Internet, la información disponible en la red suele ser contradictoria y no específica. Cada organización es diferente y requiere adoptar hábitos generales y específicos de acuerdo a su propia naturaleza y realidad.
Hoy más que nunca el aprendizaje y la apertura al cambio son vitales. El desconocimiento y el exceso de confianza pueden ser letales para tu negocio. La urgencia por generar ingresos y reactivar la actividad productiva puede concentrar toda tu atención en este momento, pero debes tener cuidado con los siguientes riesgos adicionales:
Si te preparas para retornar a una actividad total o parcial una vez terminada la cuarentena, piensa en protocolos efectivos para evitar un brote dentro de tu organización que te puede obligar a cerrar total o parcialmente.
La responsabilidad social de las marcas ya no es un valor agregado opcional. Aquellas empresas que no demuestren seriedad en el control del virus al interior y hacia su entorno, pueden afectar irreparablemente su imagen y sus ventas futuras.
La SEGURIDAD e INOCUIDAD PERMANENTE (SIP) de las personas se logra a través del desarrollo e implementación de las Buenas Prácticas de Prevención Contra el COVID19 (BPC). Las BPC son un conjunto de principios básicos que tienen el objetivo de asegurar que las personas actúen de manera habitual y permanente en condiciones tales de seguridad, que disminuyan al máximo los riesgos de contagiarse y de contagiar.
Para implantar las BPC se requiere de orden, método y disciplina.
Entonces, si buscas un camino para adaptar tu negocio a esta nueva realidad, no olvides de visualizar y organizar los cambios que permitirán proyectarte al futuro. Para esto debes:
Evaluar el estado actual de tu negocio
Organizar y dirigir esfuerzos
Entrenar a tu personal
Identificar y clasificar los riesgos
Desarrollar un plan para prevenir y reaccionar ante un caso de COVID en tu organización
Implementar el plan lo más pronto posible
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