En medio de una era que abarca tanta tecnología, conocimiento, interacción y comunicación con otros entes a nivel global -La cual además está rodeada de desafíos que repercuten en gestionar diversas actividades de manera eficaz y eficiente; así como superar eventos internos y externos al entorno en el que nos desarrollamos-, emergen dos preguntas dentro del mundo empresarial que vale la pena mencionar:
En primera lugar, ¿Las estrategias adoptadas dentro de la Empresa son las más adecuadas para alcanzar los objetivos deseados y en lo posible un crecimiento sostenible?
En segundo lugar, ¿La metodología aplicada con el recurso humano de la Organización es lo suficientemente acertada o robusta para que todas las personas estén enfocadas, alineadas y preparadas para las estrategias propiamente a diseñar, desarrollar, implementar y ejecutar?
Es aquí; en esta segunda pregunta, donde es importante realizar un “alto” y profundizar si las metodologías tradicionales o el esquema de trabajo actual de las empresas son las más adecuadas para motivar a un equipo de personas. Personas que además disponen de diferentes experiencias personales, talentos, conocimientos, edades y creencias; y que sin embargo, deben trabajar en armonía para convertirse en la Orquesta que entonará la melodía adecuada para el bienestar de toda la Compañía.
Si bien es cierto hay empresas que dedican su tiempo a hacer las cosas diferentes y a plantear esquemas de trabajo alternativos con determinadas áreas de sus Organizaciones; sin embargo, también es incuestionable que en las empresas ha predominado el uso del cerebro izquierdo como mecanismo de desarrollo de sus estrategias empresariales; es decir, todo ha estado centrado en manejo de datos, proyecciones, cifras y efemérides. Dejando descuidado el uso del cerebro derecho, el cual permitiría ver soluciones alternativas a través de esquemas lúdicos y creativos. Facilitando ver un entorno diferente dentro de un esquema menos racional y más de pensamiento lateral; que sin duda generaría estrategias no solamente robustas, sino además de mucho empoderamiento y participación por parte de las personas involucradas.
De esta manera y, avanzando con la respuesta a la pregunta planteada, ¿Qué tan importantes son el juego y la creatividad en una Empresa?, la respuesta es simple y sencilla: MUY IMPORTANTE.
Las razones son varias. Empecemos porque muchos expertos se han dado cuenta que los esquemas o metodologías tradicionales resultan obsoletos para el diseño de estrategias o resolución de problemas dentro de la empresa.
Es evidente que las presentaciones digitales, el discurso de pocas personas frente a un grupo de mayor gente, el análisis de una hoja de cálculo, el mantener charlas de algunas horas e incluso días donde solamente sobresalen las ideas de aquellas personas que mejor talento tienen para hablar o presentan mayor grado de extroversión; no son la mejor metodología dentro una empresa. Pues estos mecanismos abruman a los participantes, desgastan, los acuerdos quedan en papel, no se interioriza toda la información por parte de los colaboradores; y por lo tanto el involucramiento y compromiso de las personas es muy inferior al que se desea obtener. De hecho, no se vuelve nada participativo.
Por otra parte; al complementar o utilizar metodologías lúdicas, se permite implementar un espacio para el entretenimiento, el juego y la creatividad; sacando provecho a cuatros aspectos fundamentales y que son cruciales en la administración de nuevas estrategias o resolución de problemas dentro de un equipo empresarial:
Las cabezas de los departamentos/empresas no tienen todas las respuestas; de hecho, su superación y liderazgo dependen de que pueda escuchar a todas las voces de su equipo de trabajo.
Las personas desean colaborar más allá de ciertas obligaciones y estar inmersos en algo más grande; así como de asumir nuevas responsabilidades.
Es común que los equipos de trabajo realicen sus actividades sin utilizar el máximo de su potencial; por lo tanto son equipos de trabajo que no están aprovechados al 100%.
Es necesario involucrar a la mayor cantidad de personas de manera participativa en el desarrollo de la estrategia; esto repercutirá en la obtención de un proyecto sostenible, y que además generará mayor recordación y compromiso de los acuerdos pactados.
En resumen; explotar el juego dentro de una empresa a través de una metodología lúdica y creativa, facilita un espacio ampliamente interactivo por parte de todas las áreas que participan. Lo que permitirá generar proyectos sostenibles al gozar del involucramiento de los diversos empleados inmersos en la temática. Y sin duda alguna, proyectos robustos y consistentes al obtener varios puntos de vista, recabando información al detalle y aprovechando de mejor manera el potencial de cada individuo. Todo dentro de un entorno que genera mayor confianza y que brinda igualdad de condiciones al recurso humano, ya que se rompe la barrera de comunicación entre los más extrovertidos y los más introvertidos, conjugando el trabajo en equipo con una mayor comprensión y asertividad de lo expuesto por cada uno de los colaboradores hacia los demás.
Casos de éxito hay varios. Basta con mirar unos años atrás, en la década de los noventa la empresa danesa LEGO presentaba una fuerte crisis dentro de sus ventas. La razón principal fue que los niños dejaron de jugar con fichas legos porque el entretenimiento pasó a enfocarse en los juegos de consola, tecnología móvil y nuevos dispositivos electrónicos. Lo irónico es que incluso una empresa tan creativa como LEGO se pueda cegar haciendo un análisis exclusivamente racional dentro de su estrategia. Ventajosamente se dieron cuenta que la estrategia debería nacer de un pensamiento lateral; ellos mismo y apoyándose con otros expertos, diseñaron su propia metodología en busca de una solución que involucre a todo el equipo y que además sea sostenible.
Gracias a esa visión y al tratar de buscar soluciones a través del juego y la creatividad, el día de hoy LEGO no solamente existe; sino además es la empresa número uno en la industria de los juguetes. Las cajas tradicionales de casas y autos son un ligero componente versus todo el resto del material que nos ofrecen y que nacieron de ideas innovadoras, en medio de reuniones lúdicas; nos referimos a sus video juegos, cajas con temáticas de películas del entretenimiento e incluso sus propias películas.
El juego y la creatividad no solamente permiten visualizar nuevas estrategias y solución a problemas dentro de un abanico amplio de posibilidades; sino que facilita el conocerse mejor y comprender sin prejuicios al resto de personas. Exteriorizando de manera adecuada las ideas y pensamientos hacia los demás; pero sobre todo escuchando la posición y las razones del resto de personas con respeto y atención.
Al final del camino toda empresa tiene una razón de ser: está conformada por personas que deben realizar tareas y actividades, seguir procesos, cumplir estándares y alcanzar los objetivos como tal. En definitiva, detrás de este esquema hay un conjunto de reglas que bajo ciertas estrategias y la manera de diseñarlas permitirán alcanzar el éxito. El punto es ¿seguimos haciéndolo únicamente de una manera racional?, o como lo dijo alguna vez Albert Einstein: “Primero tienes que aprender la reglas del juego y después jugar mejor que nadie”. Sin dejar de lado a Platón (filósofo), quién no se equivoca cuando menciona: “Puedes descubrir más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación”.
El beneficio y resultado de aplicar el juego y la creatividad dentro de la empresa, es robustecer la capacidad que tiene el ser humano de imaginar, narrar, detallar y percibir una situación puntual, de tal manera que éste la pueda perfeccionar o incluso pueda crear una solución alternativa.
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