La pandemia ha impactado la economía con una fuerza brutal, el tiempo de reacción es muy importante. Cada minuto cuenta, mientras más rápido llegue la ayuda, la atención y la acción, más probabilidades habrá de salvar las organizaciones.
Esta crisis económica nos ha golpeado como un terrible choque. Íbamos manejando con cuidado y de la nada, empieza esta pandemia que nos impacta con una fuerza brutal, de frente, a todos, en una carretera de alta velocidad. La mayoría de las empresas han quedado heridas, algunas de gravedad, inconscientes.
Como en todo accidente, el tiempo de reacción es muy importante para salvar vidas. Cada minuto cuenta, mientras más rápido llegue la ayuda, la atención y la acción, más probabilidades habrán de salvar las organizaciones. Se debe trabajar paralelamente en varios frentes y con una alineación integral entre los equipos. No es fácil, pero se puede hacer.
Si tu empresa es una de las afectadas, a continuación, te damos algunos consejos de los primeros auxilios empresariales que puedes aplicar:
Liderazgo
Es primordial contar con un liderazgo fuerte para maniobrar en esta crisis. Un liderazgo activo que pueda enunciar con claridad los problemas que aquejan a la organización, los pueda priorizar y atacar de forma ordenada y estructurada. El personal de la organización debe estar alineado con el cambio de estrategia, entender la situación actual y lo que se espera de ellos, para que todos remen en la misma dirección.
Prioridad al flujo de caja
El flujo de caja es la sangre de la empresa. Hay que evitar que la empresa muera desangrada. Para esto es urgente actuar desde todos los puestos de trabajo cuidando la liquidez de todas las formas posibles.
Personal
Se debe encontrar formas de reestructurar la nómina. Negociaciones para reducción de jornadas y salida de personal son pasos difíciles pero necesarios para adaptar la empresa a la nueva realidad. Al mismo tiempo las posiciones vacantes deben congelarse y repensarse. Se debe tener mucha humanidad en estos procesos, entendiendo la situación de cada empleado y mostrando verdadero interés por cada persona. Hay que buscar un equilibrio para mantener al personal motivado y evitar la deserción de los mejores talentos. Si la organización ha sabido cuidar sus empleados en los tiempos buenos, la lealtad se mantendrá en los momentos difíciles.
Detener las compras
Inmediatamente, se debe evaluar y definir las compras esenciales. Todo lo que no sea vital debe detenerse o postergarse. Para esto se deben revisar y si es necesario cambiar temporalmente los niveles de aprobación de procesos de compra.
Negociación con proveedores
Identifica y evalúa los contratos críticos y si es posible, ábrelos para negociarlos nuevamente. Los puntos de negociación más importantes son los precios y condiciones de pago. En una crisis económica los proveedores estarán dispuestos a negociar precios por mantener los negocios. Se debe tener mente abierta para observar la presencia de nuevos y diferentes proveedores que puedan añadir una sana competencia dentro de la negociación. Mucho tiempo con un mismo proveedor genera complacencia y falta de competitividad.
Proyectos
Se debe evaluar y cuestionar los proyectos planeados y en curso para definir si en las actuales circunstancias deben mantenerse, replantearse, postergarse o eliminarse. Que la dirección de la empresa dé este paso, inclusive con los proyectos que ellos auspiciaban, da un potente mensaje a la organización sobre la necesidad de contracción financiera y austeridad.
Mejorar la gestión de cuentas por cobrar y cuentas por pagar
Ahora más que nunca, se debe tener especial atención en la recuperación de cuentas por cobrar. Sin embargo, esto debe manejarse con tino, entendiendo que el momento es delicado para todos. Al mismo tiempo, se debe renegociar las cuentas por pagar. En ambos casos, se debe tener mucho control para poder maximizar el ingreso de efectivo a la empresa.
Refinanciar deudas
Se debe acudir a las entidades financieras y buscar opciones de refinanciamiento de las deudas actuales. También se puede buscar alternativas de líneas de crédito para usarlas si es necesario.
Reducir Inventario
Este es, muchas veces, el mayor dolor de cabeza de las empresas. En tiempos normales de operación, con fluctuaciones cíclicas de demanda, administrar un buen nivel de inventario es difícil. En tiempos de crisis, como la actual, puede ser una pesadilla.
Se ataca en sus 3 frentes: producto terminado, material en proceso y materias primas.
Generalmente es un trabajo que requiere una planificación de demanda adecuada, disciplina y capacidad de reacción. Existen muchas acciones que deben implementarse para controlar y reducir el inventario, pero en estos momentos, y como primeros auxilios, debemos enfocarnos en cortar y reducir pedidos y tratar de evacuar el producto terminado a través de acciones de promoción coordinadas con el área de ventas.
Incrementar las ventas
Finalmente, ésta es la sangre nueva que se inyecta a la organización. En este punto tocará innovar, reinventarse y adaptarse a la nueva realidad. Debemos entender que las percepciones y necesidades de nuestros clientes han cambiado y por tanto tendremos que ser creativos para recuperar y mantener nuestras ventas.
La pandemia nos ha golpeado con fuerza, es verdad. Pero no podemos quedarnos aturdidos y sin respuesta. Las empresas que puedan con habilidad y rapidez reaccionar adecuadamente tendrán mayores posibilidades de salir adelante y recuperarse. Al igual que en un accidente, la calidad de intervención en los primeros auxilios puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
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